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Caminando... Mirándolos a todos con calma.
Mirando... Voy observando de todos, su cara,
Y metida en esos cuerpos… ¡Me agarran el alma!


Ojos de niños y sus caritas inocentes,
Destrozan el corazón, se muere mi interior.
Ojeras violáceas... Su piel... ¡Bocas silentes!


Vi una niña... En su manito muñeca de trapo,
Tierna la niña, tierna su muñeca, y sus pies...
Muy tiernos… dedos pequeñitos y… ¡sin zapatos!


Mucha rabia en mi alma para enfrentar ese drama,
Mi coraje, entrañas rotas, llanto por salir,
Una nación en el cielo y ¡Todos con su cama!


Los niños sean colores del paisaje... ¡Un canto!
Que ellos sean los dueños de la risa y de amor,
Que vivan felices... No conozcan el espanto...


Sean fuentes cristalinas, libres golondrinas,
Vestidos hechos de motitas de blancas nubes.
¡Que las hadas les canten y sean sus madrinas!


Los abrazos su alimento, dulce alma de niño,
Para ellos mano mágica que les de amor de oro,
Estrellas, la Luna y el Sol les den su cariño.


Planeta nuevo para esos ángeles hermosos,
Vestidos de gala y joyeles de la abundancia
Crecer, amar, soñar, reír… ¡Sea su retozo!
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