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- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 2012-09-24 | [Acest text ar trebui citit în espanol] |
La erupción del mÃstico volcán
desata la hegemonÃa del piano, y las palabras se enfrÃan al instante, un huracán desatado por la música decreta la dictadura del silencio; arrancándole las frases al lenguaje dejándolo lánguido sin ninguna metáfora apetecible esta sinfonÃa obliga a guardar silencio, y toda la palabrerÃa cae en un mutismo prolongado lenguaje sin palabras, que obliga mediante el lamento gutural a pronunciar la expresión de lo inexpresable. Tratando de representar la ópera del silencio en un solitario camarÃn, y al ser representado lo inasible en el confÃn del hecho palmario, el grito del violÃn se torna silencioso y la apatÃa de las palabras, se aferra al ritmo de los instrumentos musicales y el macillo de corcho le arranca una sinfonÃa al tÃmpano; y el lamento de la trompeta señala que ningún oasis está libre de espejismos y el héroe sombrÃo encuentra una fuente de lágrimas en ese desierto. II Esta capital es demasiado frÃa todo aquà es gris, los edificios están pintados de gris plomizo, el aeropuerto devora mil hectáreas del horizonte y aquel edificio de mil oficinas, levantándose como una mole faraónica hiere las pupilas del transeúnte desconocido sÃmbolo del sometimiento de los individuos al látigo del silencio insólito. En aquella plaza inmensa se levantan bordones alineados entre sà como astas de banderas, y en la cúspide de cada bordón, desafiando la furia del viento se agita un banderÃn náutico -recuerdo Ãntimo de la libertad de los marineros-; la paleta tiñe de rojo a cada banderÃn y las telas estrenan una exultación donde enseñan sin pudor ese carmÃn encendido. Los párpados buscan al pendón azul y no aparece por ninguna parte; A lo lejos un bastón monumental exhibe ese estandarte que no es azul, sino púrpura. Yo prefiero un bastón de caramelo de esos que tienen rayas rojas y blancas... Esta capital es demasiado frÃa y el gris reina sobre todas las cosas, lo único que puede traer aquà color del trópico es la fiesta de los banderines, y aquel fenómeno cromático tiñe de vivos colores los grises del rÃgido silencio. Jorge ángel Luna Rosado Colombia
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