Muñeca!

De ojitos vivos y naricilla risueña en sábado festivo.

Muñeca de sabor a limón y a manzana jugosa entre los labios.

Ay esa muñeca!

Sonrisa tenue y permanente, como pintada por ángeles jaraneros
Y diablillos de confites con sabor a fresa.

Brizna de risa pequeña y sublime en los lunes matinales, de ocho a dos
Y de cinco a ocho y media.

Ay esa Limeña con color de azúcar moreno y miel embriagadora.

Caderas rebosantes de pecado que guardan entre sí la fruta abierta…

Muñequita de plata con regusto a flores… real, etérea?

Niña que cruzó el océano para encontrarse entre nubes de uva dulce
Y mandarinas inquietas.

Limeñita de bizcocho goloso y mantecado de ciruela.

Muñeca!

Gritan tus poros y tu voz contenta.

No me dejes sola, clamas, que me espanta la soledad y la nostalgia,
No me apartes de tu lado, que en las noches de luna llena,
Llega hasta mi ese Pacífico, que me reclama, que me altera…

Y no ven tus ojos pardos que eres la luz del mundo…

El brillo de tu costado hace a la calle más radiante, más serena.

Que eres una entre las diosas que iluminan mis aceras.

Todo el día entre tus pasos, y aún dudas que te quiera?

Pero si eres mi muñeca!